|
Cientos de personas,
por profesión o por pasión , manifiestan
un profundo interés por el café, una humeante
tacita puede declarar muchas cosas: la especie del género
Coffea que ha originado las semillas de las que se ha
hecho la infusión, a veces el origen de los granos,
la habilidad y la tecnología empleada en la producción
de café verde, el rigor en la selección
y la precisión del tueste, además de la
habilidad de la mano que ha transformado el grano de infusión. |
Cada
una de estas variables aporta un precioso dato entre las ochocientas
moléculas de tipología diversa presentes en
el café preparado para el consumo, con la consiguiente
creación de determinada combinaciones o claves sensoriales,
si se quiere decir asi, dispuestas para ser confrontadas a
través del uso de nuestros sentidos con un mapa que
cualquier persona fisiológicamente normal se puede
crear en el propio cerebro.
La
cata de café esta en consecuencia, al alcance de cualquier
individuo que tenga la voluntad de querer aprender este arte,
la humildad de no considerarse nunca en poder de la verdad
y la condescendencia en dejarse guiar del que ha hecho del
café la profesión de su vida. Pero, respecto
a cuanto se ha descrito antes, nosotros proponemos un objetivo
menos ambicioso, limitándonos, en nuestro tratado,
a suministrar algunos elementos que puedan permitir al profesional
y al consumidor interesado clasificar en una escala de méritos
una taza de café trazando su perfil organoléptico
sobre una ficha apropiada que constituya el instrumento guía
para el catador y el metro de medida de la calidad del producto
catado.
De
la tacita hemos hablado puesto que entre las diversas preparaciones
posibles a que se somete el café en el mundo, nos ocuparemos
por ahora solamente del expreso.
Tiempo y espacio han, en efecto, multiplicado
las metodologías de preparación de la infusión
de café creando diferencias organolépticas entre
un tipo y otro tan profundas que no permiten la valoración
con el mismo método de cata. Debiendo ser por consiguiente
escoger el tipo con el que comenzar no hemos tenido dudas
en preferir el expreso, uno de los símbolos del "Made
in Italy" en el mundo y primero en nuestros consumos
de café fuera de los muros domésticos quizás
la preparación mas compleja y, por lo tanto, la mas
llena de maestría.
El análisis sensorial puede tener como
objetivo la identificación de determinados elementos
con el fin de escoger las materias primas mas oportunas, de
diagnosticar imperfecciones en la técnica del cultivo
o en la tecnología de producción, de crear mapas
sensoriales para valorar la constancia de una mezcla en el
tiempo, o mas simplemente, de establecer el valor hedonístico
de un café dispuesto para el consumo valorando al unísono
el agrado organoléptico, la calidad de la mezcla empleada
y la habilidad del operador. y esto será cabalmente
nuestra taréa: determinar de un modo objetivo y reproducible
el valor hedonístico de una taza de café privado
simplemente de aquellos elementos creados a su alrededor,
de las acciones de imagen del productor de la mezcla y/o del
preparador.
En el examen sensorial nos pondremos después
en el puesto del consumidor y utilizando nuestros conocimientos
teóricos y prácticos, buscaremos expresar el
mismo juicio que una mayoría de consumidores elaborando
el veredicto final en modo tal que sea comprensible para el
público en general.
EL
ARTE DE LA PREPARACIÓN DEL EXPRESO...
Nadie pensaría hacer una infusión
con granos enteros: la molienda aparece tan natural como para
no preguntarse las razones de su necesidad. en verdad la molturación
tiene una razón precisa. Partamos de la premisa fundamental
de que el agua es solamente un medio para sacar de los granos
el aroma y las demás sustancias que dan sabor y cuerpo
a nuestro expreso. Si tomásemos verdaderamente los
granos y los llevásemos a contacto directo con el agua
evitando la molienda, obtendríamos un resultado verdaderamente
poco satisfactorio en términos hedonísticos
porque derrochamos gran parte de la materia prima.
El café molido ofrece en cambio un
área mucho mayor a la acción del agua y por
lo tanto en términos de aroma y sabor los resultados
son muchos mejores respecto a una simple maceración
de los granos.
EL
MOLINO DOSIFICADOR...
La filosofía de funcionamiento es la
misma para todos los molinos: las muelas, discos de acero
templado, actúan sobre los granos y los reducen a polvo.
El tamaño de los granitos viene determinado por la
distancia entre las dos muelas, parámetro que se determina
directamente por el operador según sus necesidades.
Existen dos familias de molinos, que difieren
entre ellos no tanto por el resultado final, cuanto por la
carga del trabajo soportado. por una parte tenemos los molinos
con muelas planas, por la otra los de muelas cónicas.
En el primer caso la muela superior es fija, pero regulable
su separación con respecto a la inferior, siendo esta
la que gira alrededor de 1400 rpm gracias a un motor. El café
cae de arriba se rompe segun la granulometría deseada
y se recoge en el dosificador que hay abajo. Este tipo de
molino puede moler un máximo de tres o cuatro kilos
de café en un día y es aconsejable no llevarlo
mas allá: con cargas de trabajo elevadas en tiempo
breve se recalienta y se corre por tanto el riesgo de quemar
café durante la molienda (Durante esta fase la temperatura
del producto no debe nunca subir por encima de 40-50ºC).
Las muelas de los molinos de esta familia se deben sustituir
tras el trabajo de moler de 400 kgs en grano.Los molinos de
muelas cónicas son mas potentes. El mecanismo de funcionamiento
es casi el mismo, pero la forma de las muelas es el tronco
de cono y así se logra la compenetración de
la muela superior con la inferior. También en este
caso también en este caso es posible regular la distancia
entre los dos componentes de manera que se obtengan los granitos
del diámetro deseado. La diferencia principal respecto
a otro tipo de molino reside en la carga de trabajo que estas
máquinas pueden soportar: la muela gira solo a 400-500
rpm y esto permite evitar el recalentamiento y moler el café
continuamente incluso en periodos largos. Otra ventaja es
que las muelas se sustituyen tras el trabajo de moler 1200
Kgr. de granos. Hemos dicho que una vez molido el café
se acumula en el dosificador. El control de nivel de este
último componente puede ser manual o automático.
En el primer caso el operador debe vigilar para moler nuevo
café cuando se da cuenta que el dosificador esta casi
vacío. Si en cambio esta previsto un sistema de control
automático, el molino mantiene el dosificador a un
cierto nivel sin intervención humana.
Se use el tipo de molino que se use, los resultados
no cambian mucho y se puede obtener un polvo impalpable (
para café turco), polvo muy fino (expreso) polvo fino
(cafetera moka o italiana), polvo medio fino (para sistema
filtro y napolitana) y polvo medio grueso (para cafeteras
de colador, de vacío y para filtros de pistón.
Hemos
visto que la distancia entre las muelas del molino se puede
variar de manera que se obtengan granitos de la medida deseada.
En este punto hay que decidir cual esa medida. Esta claro
que cada preparación necesita un punto de molido diferente,
porque diferente es la técnica de extracción,
pero limitar el discurso a una pura y simple medición
del diámetro de los granitos sería poco útil.
De hecho el problema no se afronta en clave granulométrica,
sino desde el punto de vista de la permeabilidad del polvo
que se obtenga. Incluso sabiendo el diámetro ideal
de un granito no resolverá nada: de hecho en la practica
no es posible obtener una molienda con granos de dimensiones
iguales. |